Director de la banda destacó este proyecto que permitió visitar distintos liceos, centros culturales y teatros santiaguinos presentando una obra artística que mezclaba la música con lo audiovisual, generando una performance inmersiva que maravilló al público.
La Conchalí Big Band es agrupación musical que ha jugado un rol fundamental en la formación de jóvenes músicos en la comuna del mismo nombre, en el sector norte de la Región Metropolitana. No es un solo banda, sino un semillero y una verdadera escuela para instrumentistas que, a través del Jazz y otros estilos, han encontrado un camino y una forma de vivir la música muy especial, no solo compartiendo ensayos y escenarios, sino también creando estrechos lazos de amistad.
Últimamente han vivido días intensos. Durante octubre y noviembre ofrecieron diversos conciertos en espacios culturales y establecimientos educacionales de Santiago, interpretando la obra “Océano”, una performance inmersiva que mezcla la música con las imágenes, generando además la participación del público presente. En esta entrevista, el director musical de esta agrupación, Emilio Bascuñán, cuenta más detalles sobre esta experiencia juntos a los músicos de la Conchalí y cómo se proyecta el 2025 en términos musicales.
¿Cómo describirías hasta ahora la experiencia de haber ofrecido el concierto Océano en colegios y espacios culturales de Santiago?
“Presentar ‘Océano’ ha sido una experiencia muy bonita. La obra posee un fuerte carácter poético y forma parte de algo que quiero decir también artísticamente, que se concatena además con utilizar el arte como medio transformador y relacionarlo con otras disciplinas pensamientos y medios, enlazando esto con una conciencia y valor medioambiental”.
¿De qué manera el público ha reaccionado a esta experiencia sonora y visual tras cada presentación?
“Dependiendo de dónde se programa la obra recibe diferentes percepciones. Es muy bonito que, a pesar de ser una performance no tan tradicional para los espectadores, estos son muy respetuosos y de alguna manera también se involucran con nuestra propuesta. A veces pasa que al final se acercan algunos a los que conmueve nuestra propuesta y eso en verdad es muy emocionante, porque te das cuenta que tu sentir a veces también se conecta con el de las personas o espectadores”.
En el caso del concierto educacional, ¿cuál es el objetivo?
“La idea es vincular a los estudiantes de diferentes sectores con una orquesta en formato Big Band. Nuestra propuesta se centra en el desarrollo de la música del siglo XX y su relación con la música popular, de esta manera vamos presentando ritmos, estilos y característicos de cada década, relacionando esto también a un contexto social y político, llegando a la música urbana que impera en nuestros días”.
¿Cómo ha sido la reacción de los públicos en los establecimientos educacionales?
“Hemos ofrecido obra en todos los niveles escolares, desde primero a cuarto medio, incluso en algunos colegios han estado todos juntos, lo que es un tremendo desafío, porque tienes que presentar contenido tanto para los más chicos como los grandes. En general a los niños les gusta porque en la presentación proponemos una participación activa de los públicos y ellos también son parte de lo que va a sucediendo, no es sentarse solo escuchar, sino que también existen momentos donde participan activamente desde diferentes maneras, aplaudiendo, escuchando, reconociendo incrementos, percutiendo o incluso tocando con la banda alguno de nuestros instrumentos”.
¿Qué importancia tiene para ti este tipo de iniciativas?
“Son importantes porque despiertan el interés en los estudiantes. Una buena educación se basa en vincular diversas experiencias, entre ellas el arte y la música en particular. En este sentido, la oportunidad de ver y participar con una banda con diversos instrumentos como trompeta, saxofones, flauta, clarinetes, bajo, batería, teclado o la guitarra en una performance musical, que vincula contextos artísticos, sociales e históricos, sin duda es muy relevante para su formación integral como personas”.
¿Cómo proyectas a futuro la presentación del concierto “Océano”?
“Me gustaría poder presentar esta obra por todo Chile. Es un proyecto precioso y en la medida que más la damos mejor sale. Los músicos también la van asimilando y yo me voy soltando como animador. Ojalá el 2025 podamos darla en varias comunas de Santiago y llegar a regiones, el problema de esto es que dependemos siempre de fondos concursales y el año que no te lo ganas no lo puedes presentar, eso es súper restrictivo pensando en el mediano y largo plazo”.
De todas formas, ¿qué viene de ahora en adelante, en 2025?
“Estoy escribiendo una nueva obra llamada ‘Altiplano’, pensando en una trilogía Océano, Espacio y Altiplano. Esta obra está pensada para ser interpretada por la Orquesta Andina, dirigida por Félix Cárdenas, todo está muy en proceso, pero yo estoy escribiendo la música, ya estamos coordinados”.