Agrupación cultural y artística busca rescatar la tradición musical patagónica y entregarla como herramienta de transformación social, a partir de la enseñanza de este instrumento musical tradicional.

«Las Dos Hileras» es una escuela tradicional de acordeonistas de la localidad de Cochrane, en la Región de Aysén, que busca rescatar la música de raíz, entregar herramientas artísticas a niños, niñas y jóvenes, además de fortalecer el tejido social de uno de los territorios más alejados y con menor acceso a bienes culturales del país. A través de la enseñanza de este instrumento tradicional de esta zona, también transmiten valores para el desarrollo de los más pequeños, como la perseverancia, la disciplina y el respeto.

El gestor de este proyecto, Danilo Cruces, entregó mayores detalles sobre cómo nació esta iniciativa. “Desde temprana edad, participé activamente en iniciativas locales que marcaron un antes y un después en mi vida. Una de ellas fue el Club de Deportes Náuticos ‘Escualos’ de Cochrane, impulsado por el destacado y querido profesor Roberto Haro Contreras. Esta escuela, centrada en la práctica del kayak, no solo enseñaba técnica, sino que abría horizontes a través del contacto con la naturaleza, la disciplina y el trabajo en equipo. Allí comprendí el verdadero valor de estas experiencias: no se trataba solo de aprender un deporte, sino de formar personas integrales, agentes de cambio capaces de contribuir activamente a sus comunidades”, explicó el acordeonista.

Tiempo después, en uno de sus viajes como músico, Danilo conoció en Brasil el proyecto «Fábrica de Gaiteros», liderado por el reconocido músico Renato Borghetti. “La experiencia me marcó profundamente. Al igual que en ‘Escualos’, entendí que la actividad principal, sea el acordeón o el kayak, es solo una excusa para enseñar algo mucho más profundo: valores como la perseverancia, la disciplina, el respeto, la autoestima, la resiliencia y el compromiso comunitario”, relató el artista.

Inspirado en estas vivencias, el músico aysenino decidió replicar un modelo similar en su tierra natal. Así nació la Escuela Tradicional de Acordeonistas de Aysén “Las Dos Hileras”, cuyo nombre hace referencia tanto al instrumento (acordeón de dos hileras), como a esa serie de acontecimientos que lo inspiraron. Luego sumó a más acordeonistas locales y a la comunidad en general, apoyo que permitió crear una agrupación cultural y artística del mismo nombre, que busca rescatar la tradición musical patagónica y entregarla como herramienta de transformación social.

“Más allá de enseñar acordeón, queremos construir comunidad, recuperar saberes, y demostrar que incluso en los lugares más remotos se puede hacer cultura con sentido. A lo largo del tiempo, hemos articulado esfuerzos con diversas organizaciones culturales, lo que nos ha permitido llevar actividades artísticas y culturales a sectores rurales de difícil acceso, así como participar en festivales regionales y otras instancias significativas. Además, hemos contribuido a diversificar la oferta cultural del territorio, trabajando colaborativamente con agrupaciones de adultos mayores y otros actores comunitarios”, comentó Danilo Cruces.

Actualmente, “Dos Hileras” está validado como Punto de Cultura Comunitario, recibiendo un financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que les permite elaborar el plan de gestión de la agrupación. De esta manera, proyectan un trabajo a futuro que consolide su propuesta musical, cultural y social. “Pretendemos formalizar nuestro método de enseñanza y seguir extendiendo nuestras redes a más niños, como también motivar a otros proyectos sociales de este tipo a trabajar en conjunto, en post del desarrollo cultural y comunitario de los territorios”, concluyó Danilo Cruces.

 “Las Dos Hileras” en Instagram: https://www.instagram.com/las_dos_hileras/

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